viernes, 5 de octubre de 2007

¿en tu casa o en la mía?

Suelo soñar con que tengo trifulcas, y hasta peleas, con gente, con amigos, con familiares. Anoche me desperté en mitad de una bronca tremenda. Me despierto después con la cara arrugada, cansado, con dolor de cabeza y tristeza que va desapareciendo o agravándose según transcurren las primeras horas de mi día.

Hoy me siento como resfriado y se que mucho tiene que ver la pelea de mi sueño de anoche. No recuerdo nada, solo que un cliente húngaro -que aún no conozco- me decía que me tranquilizase que todo saldría bien. Eso me hace suponer que tendría que ver con el trabajo.

Ya me han dicho que Plutón hará un "barrido" en mi vida laboral en no más de tres años. Quizá estoy anticipando lo que no suceda, quizá me peleo para no soltar, por el placer de asirme a las cosas y a que nada cambie. Esto me hace pensar en esa famosa frase de felicitación: "Te quiero mucho, no cambies nunca". Menuda brutalidad de frase.

El caso es que leo esto de mi carta astral que me llama la atención: Sol en la Casa Doce

El Sol, el rey del sistema celestial, se encuentra en en la casa doce al momento de su nacimiento. Esto puede indicar una vida llena de limitaciones, obstáculos y de oposición humana. Le urge hacer un cambio y confrontar su historia acumulada. Tómese algún tiempo para la introspección. Puede resultar en un proceso de purificación acompañado por cierto remordimiento de conciencia.

Internamente, usted es bastante diferente de la manera en que se presenta externamente. Usted posee un vasta reserva de energía que puede estar parcialmente escondida hasta de su propia conciencia. Su disposición interna es extremadamente fuerte, dominante, abierta y de una rara generosidad que muchas personas aprecian. Debe mostrar estas características cada vez más para que pueda superar a los aspectos menos deseables de su personalidad.

1 comentario:

Guilherme Friaça dijo...

es que las cartas astrales...menudo instrumento de autoconocimiento...
hice mi revolución solar para el próximo año hace dos semanas. y me quedé espantando con lo real que la sentí...