martes, 25 de septiembre de 2007

herramientas

Soñé que era el día después de mi cumpleaños, y como ha sido habitual en los últimos siete años, caminaba por Madrid con mis amigos, despidiéndolos con una resaca de consideración que venía a ser tristeza y angustia en un día lluvioso y gris de noviembre.

Paseando por Cánovas del Castillo, debajo de una gran arcada vi una librería-almoneda que me llamó la atención y entré con Nieves mientras los demás esperaban fuera. Estaba buscando un libro de Oscar Wilde que se titulaba algo así como “Tratado de…” y Nieves me seguía, buscando también algo.

Me emocioné mucho con un tesoro que descubrí en la tienda: una escalera secreta que bajaba hacia algún lugar que nadie conocía. Llamé a Nieves muy agitado y bajamos sin dudarlo. Efectivamente lo que vimos era una librería inmensa y preciosa. Maravillosas lámparas de cristal colgaban del techo, los suelos eran de mármol gris y blanco y cientos de miles de libros reposaban intactos en centenares de mesas de suntuosas maderas que nos dejaron sin aliento.

Apenas podía detener mi vista en algo de tanto asombro cuando Nieves me tocó en el hombro. Al voltearme la vi sonriente ofreciéndome un libro como regalo que acepté con mucha emoción. Era un libro antiguo pero perfectamente conservado, de pastas de piel trabajada. Era misterioso y desconocido para mí y para mi amiga, que parecía ser una mensajera.

Al abrir el libro me quedé estupefacto. Eran páginas de piel gruesa que sostenían herramientas: pinzas, martillos, alicates, tenazas…No sabía bien qué decir solo que me parecía que me serían de utilidad y que me pareció un regalo realmente valioso.

No recuerdo más del sueño.

El domingo me recomendó Isabel un libro que me dijo que me sería de gran ayuda. Los libros, en general, me han servido de mucha ayuda en mi vida, pero éste que me recomendaba ella se titula “Familias dolorosas”

4 comentarios:

Anónimo dijo...

tal vez sea una buena herramienta

Bohdi dijo...

El sueño quiere decir que tu amiga pensaba que eras lesbiana. Porque dime tú si hay algo más lesbiano que una colección de herramientas!

Guilherme Friaça dijo...

los libros siempre han sido valiososas herramientas para mí...

Anónimo dijo...

Recuerdas mucho del sueño.