nombres de hombre

Hace un tiempo que retomé eso de ligar en internet, en páginas de contactos. Los resultados son los mismos de siempre, exiguos. Da igual que sea por internet o en cualquier otro lugar, los resultados que consigo no son ni mucho menos para alardear.

Otros amigos míos también se han lanzado a este menester y desde luego que resultados y actividad tienen.

En fin, que últimamente en mi cabeza desfilan un montón de nombres de hombre –algunos no lo son tanto- que no conozco y que probablemente nunca conoceré.

Hace dos noches soñé que mi edredón pesaba mucho porque en lugar de plumas, estaba lleno de nombres de hombre. Escritos en diferentes estilos de letra, en diferentes tamaños, en colores. Me preocupaba que algunos se salieran por las esquinas del edredón, y trataba de impedirlo, pero no siempre lo conseguía. Aquellos que se me escapaban se metían en la boca de mi perro que, dormido sobre su manta, roncaba.